Debido a que más de 70 por ciento de los vegetales que alimentan a la humanidad son polinizados por abejas, la desaparición de estos insectos afectaría en el corto plazo a comunidades naturales, bosques y pastizales, fuentes de oxígeno y recursos, alertan científicos de la UNAM.
Ismael Hinojosa Díaz, del Instituto de Biología, y Liborio Carrillo Miranda, de la FES Cuautitlán, apuntaron en un comunicado de prensa que en los últimos años se ha documentado una disminución en el número de especies de abejas en distintas partes del mundo.
El problema es que 80 por ciento las plantas requieren del trabajo de las abejas y sólo el 20 por ciento son polinizadas por el viento.
Para obtener un kilogramo de miel, los insectos deben visitar, al menos, ocho millones de plantas.
Las pérdidas económicas por la falta de polinización en frutas como el melón, fresa y pepino, ya son contabilizadas en Estados Unidos y Europa, pero de momento se consideran muy altas, señalan.
La estabilidad reproductiva de muchas comunidades naturales, bosques y pastizales dependen directamente de las abejas y sin su labor podría desencadenarse una serie de eventos en detrimento de esos entornos.
Aún cuando por mucho tiempo se ha considerado que estos insectos no se extinguirían, Carrillo Miranda recordó que desde 2012 un poblado de China realiza la polinización de las plantas manualmente pues estos insectos desaparecieron.
Los investigadores destacan las prácticas agrícolas inadecuadas y el uso de agroquímicos, además de fenómenos naturales como el cambio climático, las sequías, el vulcanismo, inundaciones, enfermedades y la deforestación, entre otros.
Especialistas de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España buscan qué es lo que ha llevado al colapso de las colmenas enteras y sugieren que entre los problemas de enfermedades está la necrosis en los intestinos de las colonias afectadas, así como el virus de la parálisis aguda
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