Quizás hayas escuchado hablar de ellos o quizás los identifiques con épicas batallas intergalácticas. En cualquier caso, te conviene estar al tanto de cómo funciona esta nueva tecnología, que puede que muy pronto se cuele en nuestro día a día. ¿Conoces esos pequeños helicópteros radio-control que venden en las jugueterías? Pues el funcionamiento de un dron es parecido, sólo que mucho más sofisticado y preciso.
Un dron no tiene nada que ver con engorrosos androides disparando armas láser, hablamos de algo mucho más práctico. Se trata de un Vehículo Aéreo No Tripulado (VANT), capaz de controlarse remotamente o de guiarse automáticamente por GPS. Sus aplicaciones y potencial son enormes: gracias a cámaras y otros sensores que llevan integrados, pueden desplegarse en caso de desastre natural para encontrar supervivientes o utilizarse en tareas de búsqueda en territorios de difícil acceso. También son útiles para crear mapas en 3D, mediante sensores de profundidad o incluso controlar el tráfico. Los primeros que aparecieron eran de uso militar, y aun se siguen utilizando en campañas bélicas actuales. Estas sólo son algunas de sus funciones más clásicas, sin embargo no son las únicas, ni mucho menos.
Existen ya gran cantidad de drones en el mercado para uso recreativo, sin embargo, últimamente, puedes encontrar noticias en la prensa casi a diario acerca de estos aparatos. Y es que se están llevando a cabo nuevos y ambiciosos proyectos, basados en esta tecnología, que pretenden implantarlos en nuestras labores del día a día. Gracias a las nuevastécnicas de impresión en 3D, que permiten fabricar piezas resistentes y de gran precisión, estamos viviendo elboom de los drones
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